Identidad digital: fomentando la nueva economía

Identidad digital: fomentando la nueva economía

A medida que nuestras vidas se vuelven cada vez más dependientes de Internet, generar confianza se vuelve vital para la sociedad. Sin embargo, los viejos métodos de documentación y verificación de confianza ya no son adecuados: los documentos son falsificados; los datos estáticos son pirateados; y los consumidores continúan optando por la comodidad en lugar de la seguridad. Los piratas informáticos y el malware siguen siendo una amenaza siempre presente y los consumidores siempre deben usar software antivirus. Cierra los ojos e imagina a Gran Bretaña en 1939. Preparándose para una segunda guerra mundial, el país presentó el servicio militar obligatorio y el Proyecto de Ley de Registro Nacional, que exige que todos los ciudadanos tengan una tarjeta de identidad. nacional en cualquier momento. Un documento, una pieza de información, para verificar que usted es quien dice ser.

Sobre el autor Gus Tomlinson es responsable de la estrategia del grupo GBG. Avancemos 80 años, pasados ​​múltiples avances tecnológicos: la industrialización de los combustibles fósiles; aviación comercial; redes inteligentes y almacenamiento de electricidad; telecomunicaciones globales; y por supuesto, internet. La marcha de la tecnología nunca se detiene, y ahora nos estamos impulsando hacia la vida post-digital, viviendo en ciudades inteligentes y hogares conectados; trabajando en la era de la automatización; viajes y gastos transfronterizos. Estos cambios globales ya han cambiado radicalmente la forma en que vivimos. Sin embargo, las formas en que generamos confianza y verificamos la identidad permanecen estancadas en el pasado, en su mayoría relacionadas con bases de datos gubernamentales, como listas de votantes y conjuntos de datos del sector privado, como puntajes de crédito. Se podría decir que Internet, que se ha convertido en la plataforma tecnológica dominante de nuestro tiempo, se construyó sin una identidad en mente.

Un mundo conectado

A medida que los sectores público y privado se dan cuenta del poder y el potencial de un mundo conectado, se hacen más y más preguntas. ¿Cómo se puede verificar realmente el procesamiento de la tarjeta de crédito, cuando el vendedor no puede ver al comprador? ¿Cómo puede una organización saber que eres quien finges ser cuando te registras para un nuevo servicio en línea? Y a medida que construimos nuestras vidas en torno a un Internet de las cosas (IoT) cada vez más complejo, una plataforma en expansión que anonimiza y vincula nuestras rutas de navegación digital, ¿cómo creamos confianza? ¿A dónde nos lleva esto hoy? En una clara fase de transición. El sector privado ahora está caminando por la cuerda floja del equilibrio entre la experiencia terminal y la seguridad, mientras que el sector público está tratando de mantener el ritmo y crear una gobernanza que proteja sin obstaculizar la innovación. . Mientras tanto, los pioneros de la tecnología están armando una nueva capa en nuestro mundo conectado: una capa de datos globales confiables que trae el concepto de identidad a este siglo y lo perpetúa para el próximo. Esta evolución de la gestión de identidad significa que los puntos de datos que usamos y la forma en que los usamos tendrán que cambiar radicalmente para generar confianza en la economía digital. Se utilizará una ola de nuevos enfoques y fuentes de datos no solo para proteger ambos lados de cada interacción en línea y fuera de línea, sino también para proporcionar un contexto en torno a los antecedentes y el comportamiento de un individuo. Como nuestra identidad digital incluye un conjunto cada vez más rico de puntos de datos contextuales, las organizaciones podrán verificar no solo la identidad, sino también la autenticidad, brindando un nuevo tipo de confianza a las interacciones en línea y permitiéndoles inculcar la debida diligencia en la inteligencia de datos. Probar quién eres con tus características biológicas es otro siguiente paso que vemos en esta evolución de identidad. A medida que la era de los teléfonos inteligentes y la ropa portátil hace que la tecnología sea más personal que nunca, los avances en la disponibilidad y confiabilidad de las tecnologías biométricas, que miden características físicas únicas, como la cara de un individuo, huella digital o biometría conductual: nos acercará mucho más a la capacidad de verificar la identidad de casi cualquier persona, en cualquier parte del mundo, en cualquier momento.

Más allá de la biometría

Otras tecnologías horizontales emergentes también se extenderán cada vez más. Los microservicios vinculados por un enfoque de plataforma vincularán datos y servicios dispares entre sí; la verificación estática alimentará la autenticación "ambiental" en progreso; los registros distribuidos podrían convertirse en una forma efectiva de descentralizar la propiedad y equilibrar los requisitos de confidencialidad y conveniencia; El aprendizaje automático (ML) y la inteligencia aumentada ayudarán a las organizaciones a tomar decisiones más rápidas y precisas sobre la mejor manera de identificar a sus clientes. Eso no significa que tampoco habrá riesgos. La implementación de nuevas tecnologías de verificación no será transparente y la comunicación de su valor será esencial. Los pilotos de reconocimiento facial de las fuerzas del orden público, por ejemplo, han desencadenado el tipo de reacción violenta que a menudo vemos cuando las tecnologías disruptivas comienzan a establecer un "nuevo estándar" en los negocios y la vida cotidiana. En este caso, a medida que nuestros rastros de identidad digital se fragmentan y el seguimiento del delito se vuelve más complejo, es difícil imaginar un futuro en el que estas tecnologías no se utilicen ampliamente. El sector privado ya está adoptando nuevas formas de verificación de identidad para la vigilancia de los empleados, y beneficia a los consumidores todos los días al verificar su saldo bancario al ordenar una entrega de alimentos, los servicios que brindan. Su uso es mucho más flexible, práctico y seguro para esto. Obviamente, a través de toda esta transformación, veremos un debate constante sobre la privacidad de los datos y una batalla constante por la seguridad de los datos. Realmente se necesitará un esfuerzo combinado para educar a los ciudadanos sobre los fundamentos de la seguridad de los datos y mantenerse un paso por delante de los cibercriminales, asegurando que la información de identidad contextual y conectada sea capa segura en la nueva economía y nuestro mundo post-digital. .